¿Sabes cómo hacer para que tu pareja cambie algo que no te gusta?
Tanto si tienes pareja ahora como si la has tenido en otro momento, ¿cuántas veces has intentado que fuera más “tal” o menos “cual”?
Esto de querer que el otro cambie en algo es una lucha constante en muchas relaciones.
Que si mi pareja no es nada cariñosa, o que no me prioriza, o que no expresa sus emociones, o que no es extrovertido, o que no se interesa por mis cosas, o que me dice una cosa y después hace otra, o que no soporto que sea tan racional…
¿Te suena? ¿Por qué elegimos a una persona y después intentamos cambiarla? Si elegimos a alguien porque se supone que nos gusta como es, ¿qué sentido tiene que después necesitemos que cambie algo?
La aceptación absoluta del otro tal y como es un requisito IMPRESCINDIBLE para estar bien en pareja.
En cambio, cuando quieres que alguien cambie en algo, cuando es importante para ti que cambie eso, es que no te gusta la persona tal y como es. ¿Entonces para qué la sigues eligiendo?
Por ejemplo, si siempre que salís a comer juntos el otro está todo el rato con el móvil y no te habla ni te presta atención. Si no te gusta que sea así, si para ti es importante que comparta esos momentos y que habléis y os intereséis el uno por el otro, ¿qué sentido tiene quejarte siempre por lo mismo si esa persona es así?
Muchas veces en una relación, de pareja o de lo que sea, nos sentimos mal con la forma de ser o la conducta del otro y pensamos “yo eso no lo haría”. Pero la pregunta correcta no es si tú lo harías. La pregunta que tienes que hacerte en ese momento es si quieres estar con alguien que hace eso. Porque el otro tiene derecho a tener un comportamiento diferente al que tú tendrías, y no pasa nada por ello. Lo importante es si tú quieres estar con alguien que hace eso o que te trata así. Si es imprescindible para ti que cambie o si puedes aceptarle como es.

-Leonard Cohen-
Los dos errores más frecuentes cuando quieres que tu pareja cambie
Aquí tienes los dos errores más habituales cuando queremos que nuestra pareja cambie:
1.Querer que cambie su forma de ser.
Muchas veces el problema viene desde el comienzo de la relación. De que ya entonces elegimos de forma equivocada, porque cuando estamos en plena tontuna del enamoramiento no conocemos a la persona como es, pero nosotros creemos que sí.
Y después, cuando nos damos cuenta de que no nos gusta cómo es, pensamos “bah, ya cambiará”. Pero el otro sigue siendo como es, así que entramos en ese empeño constante por querer cambiarle. Como en un primer momento elegimos a esa persona y ahora no queremos dejar la relación, empezamos a quejarnos para que sea como nos gustaría.
“Eres demasiado tal”, “esto lo tendrías que hacer así”, “te va a ir mejor si eres más xxx”, “no haces esto bien”, “no está bien que seas asá”, “tendrías que ser más aquello”…
Y empiezas a discutir siempre por los mismos temas. Siempre las mismas quejas. Siempre los mismos reproches y los mismos consejos. Siempre la misma canción.
¡Cuando el problema es que no te gusta su forma de ser! Que eso que quieres que cambie está en su esencia, en cómo es, y que si lo cambia dejará de ser él. ¿Esto es amor? Si no te gusta la forma de ser de tu pareja, ¿qué sentido tiene?
Si tu pareja es demasiado tranquilo (“un pachorra”, queme decía el otro día una clienta sobre su marido), excesivamente reservado o un poco gruñón, ¿dónde está el problema? Si no es un problema para él, no tendría que serlo para ti.
Por ejemplo, si no es de hablar las cosas ni de decir cómo se siente, pues él es así y punto. ¿Le quieres como es?
No dejar que el otro sea como es no es aceptación. Es comportarte como si fueras su madre en vez de su pareja. ¿Esto es una relación de igual a igual entre dos adultos? Porque en una relación horizontal entre adultos se entiende que el otro puede pedirte consejo si lo necesita, y no eres tú quien está todo el rato dándoselo para que cambie si no te lo ha pedido.
Cuando quieres cambiar a alguien porque crees que sería mejor de otra forma, que sería mejor que fuera más así, más asá o más como tú, no estás aceptando a tu pareja como es…
Y esto nos lleva al segundo error…
2.Haber elegido a alguien con unos valores diferentes.
Nuestros valores son nuestras prioridades, aquello que para nosotros es más importante. Influyen en nuestros intereses, en nuestras motivaciones y en nuestro proyecto de vida, y nos sentimos mejor con personas que comparten los mismos valores.
Cada persona tiene unos valores diferentes, que son como su brújula para caminar por la vida. Y claro, si mi brújula es muy distinta a la tuya, chocaremos. Nos cuesta mucho entender a personas con valores muy diferentes u opuestos a los nuestros. De hecho, nos suelen generar rechazo. Por eso, si es nuestra pareja la que tiene unos valores diferentes, es probable que empecemos a intentar que cambie.
Por ejemplo, si para mí el respeto es muy importante, y mi pareja no me respeta o no respeta a los demás. O si es una persona intolerante y para mí la tolerancia es fundamental. O si no es generoso y a mí me gustan las personas generosas. O si es una persona conflictiva y yo soy una persona pacífica. O si es prepotente y yo valoro mucho la humildad. O si oculta cosas y la honestidad es uno de mis valores. O si es muy poco cariñoso y para mí recibir cariño es algo muy importante, etc., etc., etc,.
Cuando nuestra pareja no tiene los mismos valores es imposible que nos sintamos bien en esa relación. Empezaremos a quejarnos una y otra vez por lo mismo, una y otra vez las mismas peticiones y las mismas discusiones.
Cuando dos personas no comparten los mismos valores la relación se hace cuesta arriba. Es como estar tirando del otro para que sea más como a ti te gustaría. Y en realidad lo que le estás pidiendo es que cambie sus valores, y eso es imposible porque, al igual que si cambiara su forma de ser, también dejaría de ser él.
Además de que, volviendo otra vez al comienzo de este post, queree a alguien es quererle y aceptarle como es. Pero si le estás pidiendo que cambie le estás diciendo que no te gusta como es. Entonces, ¿para qué elegiste a esa persona? Vale, puede ser que en el pasado no te dieras cuenta de que era así o de que no teníais los mismos valores. Pero hoy, en el presente, ¿para qué le sigues eligiendo si no te gusta cómo es?
Insisto, si tú necesitas que esa persona cambie algo porque eso es imprescindible para ti es que no te gusta como es, ¿entonces para qué le sigues eligiendo cada día?
Cuando elegimos a alguien con los mismos valores, la relación fluye, es fácil, no tienes que preocuparte por ella. Mientras que cuando estas con alguien a quien quieres cambiar porque no te sientes bien, lo que suele ocurrir es que vuestros valores no encajan.
En estos casos hay muchas personas que dicen “sí, lo entiendo, pero es que le iría mejor si fuera más respetuoso, o si tratara mejor a los demás, o si fuera más proactivo, o si fuera más resolutivo, o si fuera más ambicioso, o pusiera más límites…”. Y se quedan ahí, intentando educar al otro.
Volvemos a lo mismo: tú no tienes que educar a tu pareja. No eres su madre ni su salvadora. Tú lo que tienes que hacer es elegir a una pareja educada en lo que para ti es importante. No elegir a alguien que es de otra forma y luego quererle cambiar.
Además, ¿qué derecho tengo yo a decirle a alguien que no está bien que sea así y pedirle que cambie cómo es?
Por ejemplo, recuerdo haberme enfadado con una pareja porque se acercaba la fecha de irnos de vacaciones y no se había ocupado de arreglar el vehículo en el que nos íbamos a ir. Como era habitual en él, lo dejaba todo para el último momento. ¿Cuál era el problema ahí? Un conflicto de valores, que además había provocado que yo perdiera la confianza en esa persona porque siempre hacía lo mismo. Pero, ¿qué derecho tenía yo a pedirle que fuera diferente? Ninguno. En vez de estar siempre quejándome por lo mismo la solución fue darme cuenta de que no me gustaba como era. Que no me gusta alguien que no se ocupa de las cosas, y sobre todo cuando es algo que nos atañe a los dos.
Semana que viene segunda parte!!!!!
Por qué tanto empeño en que el otro cambie